La Parada Militar del 14 de junio y el Despliegue de Fuerzas Armadas es otro Juego de Poder.


Este 14 de junio se llevará a cabo un desfile militar en Washington D.C. celebrando los 250 años de la fundación del Ejercito Continental (1775) hoy en día conocido como el Ejercito de los Estados Unidos.

El Ejercito ha preparado el tipo de desfile típico para estos festejos el cual incluye soldados vistiendo uniformes de todas las épocas y guerras en las que ha participado los EEUU desde la Guerra de Independencia hasta hoy en día.

Este tipo de desfile le será muy familiar a todos aquellos que han servido en las fuerzas armadas y a sus parientes, o aquellos que hayan asistido a celebraciones como esta (Memorial y Veterans day, el 4 de julio, y los aniversarios de la fundación de las diferentes ramas militares). Pero estas celebraciones siempre se llevan a cabo en bases o predios militares. Y por buena razón.

El desfile militar de por si va a tener mucho apoyo en particular entre los miembros de las fuerzas armadas, veteranos, y sus familiares. No está mal celebrar a nuestras fuerzas armadas, por el contrario- es más que justo y necesario. Es una profesión harto sacrificada y nuestras fuerzas armadas son uno de los pilares más importantes de la democracia norteamericana. No debe pasar un día en que no reconozcamos el sacrificio de nuestras tropas quienes tienden a proceder de los sectores más desventajados en nuestra sociedad. Las fuerzas armadas, de muchas maneras, son una de las instituciones más representativas de la diversidad del país.

El problema con el planeado evento es el tipo de desfile que Trump demanda- el cual parece ser más una celebración de su propio cumpleaños al estilo de la antigua Unión Soviética, o la Rusia de Vladimir Putin, o Corea del Norte bajo su líder supremo Kim Jon Un.

Uno de los pilares de la democracia norteamericana es la división clara entre lo militar, lo civil, y lo político. Desde sus inicios, los Estados Unidos de América ha sido agraciado en que sus lideres siempre han puesto la autoridad civil por encima de la militar. Y la oficialidad de las fuerzas armadas ha entendido su misión y juramento para con la constitución y la ciudadanía.

El mismo George Washington resignó a su puesto militar tras el final de la Guerra de Independencia y no fue hasta que así hiciera tal que corrió y fue electo como primer presidente de los EEUU. O sea, colgó el uniforme y pasó a la vida civil.

El ejemplo de George Washington sirvió para establecer una de las más sagradas tradiciones democráticas que evitan que los Estados Unidos se convierta en dictadura. Esta es, la autoridad militar siempre bajo la autoridad civil aun durante emergencias y guerras. Recordemos que la autoridad civil es electa por el público norteamericano para gobernar a nombre y por el bienestar de todos de acuerdo con la constitución de los EEUU y los 50 estados federados.

Cabe notar que desde el soldado raso al general de cinco estrellas- todos los miembros de las fuerzas armadas hacen un juramento de lealtad a la constitución de los EEUU. Y tanto la constitución y el gobierno de los EEUU emanan y existen únicamente por la voluntad del pueblo norteamericano.

El juramento, cabe recalcar, es a la constitución no a un líder. Y si bien el presidente de los EEU es el comandante en jefe de las fuerzas armadas, la lealtad es para con el puesto no la persona, y es deber de todos los miembros de las fuerzas armadas de negarse a cumplir órdenes ilegales así provengan del mismo comandante en jefe.

O sea, tanto los funcionarios de gobierno como los lideres militares y nuestros sodados existen para proteger al pueblo quien es el origen de la constitución. Y eso incluye proteger al pueblo del mismo gobierno si recibiesen ordenes que violen su mandato.

Nuestras fuerzas armadas siempre han sido profesionales y apolíticas porque es la única forma en la cual pueden llevar a cabo su misión de proteger la constitución de los EEU y, por ende, al pueblo norteamericano. Su lealtad no es para con un líder, un partido o movimiento político sino para con la constitución cabe recalcar una y otra vez.

Las políticas de Trump y su administración están diseñadas para politizar las fuerzas armadas. Busca Trump, y elementos de la extrema derecha, pintarse como patriotas que defienden a nuestras tropas de elementos antiamericanos en nuestra sociedad y crear una mentalidad de sitio entre las tropas al desplegarlas en las calles del país. Esto, más que preocupante es peligroso y pone en riesgo nuestra democracia.   

El discurso de Trump en Fort Bragg esta semana pareciera más un mitin político que el comandante en jefe saludando y honrando a las tropas. Se ha reportado que las tropas presentes fueron selectas por apariencia física e ideología política. Trump, y el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, no sólo politizan las fuerzas armadas, sino que también crean división entre el pueblo norteamericano y las tropas, y temor entre la ciudadanía.

Tanto los comentarios y Tweets de Trump como la ponencia de Hegseth frente al congreso son prueba de la politización y polarización que ha creado esta administración.

El federalizar tropas de la Guardia Nacional de California frente a la oposición del gobernador Gavin Newsom, fue un show de poder el cual tanto el gobernador como la policía de Los Ángeles ve como innecesario, provocante y que violenta la autonomía de California. Y peor aún es la decisión de enviar cientos de infantes de marina (U.S. Marines) a las calles de L.A. Esta no es la misión de nuestras fuerzas armadas.

Estas acciones crean temor entre la ciudadanía. Peor aún, estas acciones polarizan y politizan las fuerzas armadas y las puede poner en el rol de opresores en vez de protectores de la ciudadanía y la constitución.

Desde este contexto, el desfile militar celebrando el 250 aniversario de la fundación del Ejercito de los Estados Unidos pone en juego la misión y los valores de las fuerzas armadas y su juramento de defender la constitución.

Todos estos sucesos nos llevan a preguntarnos- ¿seguirán cumpliendo las fuerzas armadas de los EEU su misión de proteger la constitución y el pueblo norteamericano- o le rendirán lealtad a un líder o movimiento político por encima del pueblo y la constitución?

Esto está por verse en un futuro más cercano del que mucho piensan.

Les exhorto a que tomen en cuenta que Trump y Hegseth están contando con que se desate violencia contra miembros de las fuerzas armadas sea durante la parada en D.C., en L.A. (o cualquier otra ciudad donde destaquen fuerzas federales o federalizadas para “proteger” edificios federales).

Tal incidente serviría de excusa para desplegar más tropas, se utilizaría en los medios y las redes para pintar cualquier oposición a las políticas de Trump como antiamericanas, validaría el sentimiento de verse sitiados por elementos extranjeros y antiamericanos que ya existe enter autoridades civiles y militares, serviría para imponer Ley Marcial, y eventualmente destruir los pilares que sostienen la frágil democracia norteamericana.

Trump está claramente utilizando a las fuerzas armadas como carnada. Los clichés tienen algo de cierto. La extrema derecha repite una y otra vez que los liberales, progresistas y la izquierda no son patrióticos, odian a su propio país y en particular a las fuerzas armadas. Como académico y exmiembro del Ejercito de los EEUU me consta que hay algo de cierto en esto. No estamos en la era de la Guerra de Vietnam. Desde la Guerra de Golfo se ha reconstituido la imagen de las Fuerzas Armadas y una gran mayoría ve a sus miembros como héroes y pilares de sus comunidades. Es exactamente por eso que Trump busca politizar a las tropas y usarlas de cebo. Ninguna otra cosa le daría la excusa perfecta para llevar a cabo su plan de convertirse en dictador como un ataque a las fuerzas armadas.

Por eso les exhorto- a que ni protesten el desfile. De hecho, no hay razón para tal protesta. No se va a ver como una protesta contra Trump y sus políticas crueles, inhumanas e ilegales. Se verá como una protesta en contra de una institución que ha garantizado hasta el día hoy la continuación de la democracia en este país. Se verá como una protesta contra seres humanos que sacrifican todo durante su servicio. Se verá como una protesta y ataque en contra de los soldados de este país y quienes tienen lazos en todas las comunidades y tienden a ser pilares de estas.

En vez, celebren a las fuerzas armadas. Dejen ver que a pesar de toda la propaganda de la extrema derecha, la ciudadanía no está en contra de ellos. Y sigamos protestando en contra de las políticas de Trump en manifestaciones pacíficas, en las cortes, y poniendo presión a nuestros representantes.

Esa es la única manera en la que ganamos, todos.

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